I was stupid for letting you go...

I was stupid for letting you go...

lunes, 18 de febrero de 2013

Capítulo 10. Solo amigos, ¿lo pillas?

Narra Ane
Estúpido niñato, que me ha tirado al suelo ¿es que acaso no puede ver por donde va o qué?
Camino hacia casa pensando en cuánto idiota hay por la vida, que no sabe ni caminar y te empuja y luego encima va y te habla como si nada hubiera pasado. Enorme gilipollas...
Aunque ese mismo chico, el rubio de mejillas sonrosadas, el de ojos azules como un cielo despejado de primavera, es simplemente como ¡guau!, mi corazón parecía el batir de alas de un colibrí en cuanto le he visto. Casi puedo decir que me sonrojo solo de pensar en él, aparte de que una sonrisa involuntaria sale de mis labios. Pero no, no puedo enamorarme otra vez, no, me niego, solo traen dolor, dolor sufrimiento, traición. Pero debo de admitir que tiene cara de majo, de agradable y... es bastante... mono...
Alguien interrumpe mis pensamientos cogiéndome de la mano y haciéndome dar la vuelta, aunque no con violencia, sino más bien con amabilidad y delicadeza.

--Hola-dice él, sonriente

Su sonrisa... es... es... indescriptible, y no me refiero a sus dientes, que están algo descolocados, es su sonrisa como tal, es lo que transmite con ella, felicidad, pureza, inocencia, amabilidad, dulzura, es... perfecta.

--Lo siento, ya te he dicho que no quería tirarte-dice mirándome con algo de arrepentimiento.
--No importa-respondo con fingida indiferencia antes de seguir mi camino.
--Oye ¿qué te he hecho para que me trates así?-pregunta el pobre chico andando detrás mía, esperando a que le dé una buena razón.
--Nada.
--¿Entonces?
--Quiero irme a casa, solo es eso.
--Venga, ven con nosotros, no te comeremos, aunque tengo mucho hambre, no prometo nada-dice de nuevo con esa amigable sonrisa.

No puedo evitar reír ante su comentario, y con ello que me pare en medio de la calle a pensar en los pros y contras de que me vuelva a casa del dichoso y puñetero Styles con este chico y con sus amigos, que uno de ellos me pone enferma solo de verlo y ni siquiera sé porqué, solo tiene cara de borde y no me da la gana tener que aguantar a alguien más borde que yo. Pero por otra parte, pero la cara de este chico, con esa simpática sonrisa y ojos suplicantes porque le acompañe, aunque tampoco sé qué mosca le ha picado conmigo, quizá... esté intentando ligar conmigo... No, no creo que sea eso, menos después de como le he tratado, tal vez es que sea amable con todo el mundo por naturaleza...

--Está bien...-admito finalmente en un suspiro, haciendo que su sonrisa de dientes descolocados se ensanche triunfante por conseguir su propósito de que vaya con él.

En un angosto silencio, nos encaminamos a casa de Styles, yo aún poco convencida de que sea una buena idea, pero supongo que... bueno, supongo que me apetece pasar tiempo que este rubito tan tierno.

--Oye...-dice en un tono bajo y lleno de nervios, interrumpiendo el silencio por fin-yo...yo...me preguntaba....si...si tú-sigue hablando entre balbuceos, mientras se pone más rojo que un tomate, cosa que le hace parecer más adorable aún-tú querrías...venir conmigo...al...al...cine...Yo invito está claro y tú eliges la película-añade con más nervios aún, mirándome a los ojos y haciéndome sentir pequeña en esa inmensidad azul.
--Lo siento, pero no-respondo simplemente, tratando de no sonar dura con el pobre chico.
--Oh...vale-responde en un tono apagado y claramente desanimado y avergonzado, al tiempo que agacha la cabeza mirando a sus zapatos mientras seguimos andando por la solitaria calle..
--No es por ti...-trato de decir, ya que me siento culpable porque se lo haya tomado tan mal, pero me interrumpe.
--Ya, ya lo sé, "No es por ti, es por mí"-dice en un tono algo sarcástico aún sin mirarme a la cara.
--No, enserio eres un chico fantástico, pero no quiero novios ahora ¿vale?-digo tratando de no... hacerle ¿daño? ¿Enserio? ¿Ane? ¿Eres tú? ¿Qué coño te está pasando?
--Y ¿amigos? -propone aún nervioso-¿Dejarás de...odiarme?-pregunta mirándome algo esperanzado, a lo que yo no puedo evitar reír.
--Claro que sí-respondo tratando de frenar mi risa-y no te odio, eres muy... agradable-consigo decir.
--Pues es lo que parece-añade en un murmullo.
--No es eso-dice algo quejica.
--Bueno...vale-admite finalmente, dedicándome una de esas sonrisa que te cortan la respiración sin quererlo.
--No, no hagas eso, por favor-le pido notando como mis mejillas amenazan con dejarme en evidencia al ver algo tan... ¿hermoso?

Me abofeteo mentalmente solo de pensar ñoñerías y cursiladas de estúpida colegiala de película, enamorada del capitán del equipo de baloncesto.

--¿El qué?-pregunta algo confuso-¿Sonreír? Ah, ya, tengo unos dientes horribles-dice en voz algo baja-me lo dicen mucho-admite-Lo siento...
--No, no es eso-le aseguro-Tu sonrisa...es preciosa-explico algo nerviosa, notando como me mira extrañado-y si me sonríes voy a tener que decirte que sí-admito vergonzosa.

Mierda, ¿vergonzosa? ¿enserio? ¿es que ahora me gusta este tipo? Es amigo de Styles por el amor de Dios, seguro que es un idiota como él.
Pero de manera extraña él no me reprocha mi vergüenza y tan solo suelta una carcajada que suena como algo increíblemente perfecto en mis oídos, y que hace que yo también ría.

--Bueno, gracias, no me suelen decir-admite bajando su volumen de voz de nuevo, aunque con una sonrisa en la cara.

De nuevo el silencio entre nosotros dos, aunque quizás menos incómodo. ¿Cuánto se supone que he andado? No sabía que caminara tan rápido, ya que parece que nunca llegamos a casa de Harry.
Siento la mano de este chico, aún con nombre desconocido para mí, rozar la mía con cuidado, antes de agarrarla con miedo de que le suelte alguna grosería, cosa que estoy tentada a hacer, pero... que algo me impide hacerlo y me obliga a hablarle con delicadeza.


--Te he dicho que no quiero novios-digo tratando de soltarme de su agarre-No sé ni como te llamas-añado.
--Oh, perdón-se apresura a decir mientras me suelta la mano no con rapidez precisamente, dejando una pequeña chispa cuando su piel deja de hacer contacto con la mía-¿No lo sabes?-pregunta extrañado-¿No ves X Factor?
--No, no lo veo-respondo simplemente, ya que esos programas no me llaman la más mínima atención, mucho menos si tengo que ver el careto de Harry.
--Ah, que raro, lo ve muchísima gente-dice algo nervioso por mi corte-Bueno, soy Niall-se presente formalmente, de nuevo mostrándome sus dientes desordenados.
--Ane-respondo con una pequeña sonrisa.

Antes de que pueda decir nada más, él me pasa el brazo por los hombros haciendo que me pegue más a él, con mi cara en su costado, haciéndome sentir tan estúpidamente bien que hasta lo aborrezco, pero admito que es agradable y su perfume me cala hasta lo más hondo, sea la fragancia que sea, aunque también he de decir, que me pone nerviosa su constante intento de flirtear conmigo e intentar que me acerque a él. Me pone nerviosa y me alaga al mismo tiempo.

--Niall...amigos, solo amigos, ¿lo pillas?-pregunto tratando de no sonar nerviosa.
--Los amigos se abrazan, ¿no?-dice con esa preciosa sonrisa de nuevo.
--Te voy a acabar consintiendo todo si me sonríes-admito rodando los ojos, aún con su brazo rodeándome.
--Bien-confirma haciendo que se me escape una sonrisa.

Ane eres estúpida, eres estúpida, pero muy estúpida, aléjate de él antes de que te encoñes de verdad y te conviertas de nuevo en la blanda a la que pisotearon, vamos, largo de él me digo a mí misma, pero creo que no me hago caso, ya que caminamos juntos de esa manera, de nuevo en un silencio, solo que esta vez uno agradable hasta llegar frente a la casa de Harry, donde el resto nos espera.

--¡OS LO DIJE!-grita el más moreno, el que parece menos insoportable por algún motivo y que creo que se llama Zayn, ya que Martha suele hablar de ellos a veces.
--¿El que os ha dicho?-pregunto curiosa, deteniendo mi paso junto con Niall.
--Que acabaríais juntos-responde en un amargo, rancio y desagradable tono de disgusto el castaño, el que me cae mal y sinceramente no sé porqué, pero lo hace y me dan ganas de soltarle un puñetazo así sin más. Creo que se llama Liam.
--Pero no pensábamos que tan pronto-añade Martha con diversión.
--Nunca subestimes la adorabilidad de Niall-añade Zayn.
--No estamos juntos-responde Niall riendo-somos amigos y solo amigos-explica haciéndome sentir algo culpable por haberlo rechazado, provocando que de nuevo me pegue mentalmente.
--¿Lo veis? Es una estrecha-habla mi amiga con diversión, rodando sus castaños ojos.
--Oye guapa, que no soy una estrecha-respondo tratando de sonar indignada, pero o puedo evitar reír y que el resto se me unan, exceptuando al tal Liam que me mira con esa cara de borde insoportable que tiene.
--Bueno ¿entramos o qué?-pregunto al ver que estamos parados en la calle como unos idiotas.
--¿No viene Tomo?-pregunta Martha mirando a nuestro alrededor, buscando con la mirada a quien sea que sea Tommo.
--Estaba con su chica, pero vendrá enseguida a ver a Harry-responde Liam sin más.

Niall quita su brazo de mis hombros, haciéndome sentir algo... vacía, pero trato de olvidar ese sentimientos mientras veo como los chicos caminan dentro de la casa haciendo locuras de las suyas y tirándose unos encima de otros de manera quizás demasiado bestia.

--¿Quién es Tommo?-pregunto a mi amiga, pero ella tan solo me mira con los ojos como platos.
--¿Has dado calabazas al pobre Niall?-pregunta sin poder creérselo.
--Yo he preguntado antes-digo quejica.
--Respóndeme.
--Me ha pedido ir al cine con él, bueno, me ha dicho que él pagaba todo, pero que si quería ir con él y le he dicho que no ¿Qué pasa con eso?
--Si lo ha hecho es porque le gustas-dice con una pequeña sonrisa, mirándome con ternura.
--Vaya misterio-respondo en un murmullo, rodando mis ojos mostrando mi ironía y sarcasmo ante tal cosa.
--No lo entiendes-dice negando con la cabeza-Niall no se enamora así porque sí, de cualquiera, él es... especial con esas cosas.
--Bueno ¿y yo qué quieres que le haga?-pregunto ya molesta de que me esté hablando de ese temita.
--Nada, solo me parece curioso-dice encogiéndose de hombros.

Sin decir nada más entramos a la casa y subimos las escaleras hasta llegar al cuarto de Harry, donde los chicos ya están hablando con el susodicho.

--¿Y mi amor? ¿Dónde está?-pregunta un Harry sentado en la cama estirando su cuello hacia la puerta por la que acabamos de pasar Martha y yo.
--Aquí ¿no la ves?-pregunto algo extrañada, señalando a Martha y provocando que todos rían a mi costa-¿Qué he dicho?-pregunto entre molesta y confundida.
--Se refieren a Lou-me dice Martha con diversión.
--¿Lou? espera ¿te pone los cuernos y tú te ríes?-pregunto sorprendida porque alguien se pueda llevar tan bien un engaño, pero ellos tan solo ríen de nuevo, dejándome fuera de juego de su broma.
--Es su bromance, no me pone los cuernos-responde mi amiga de nuevo-son amigos y punto, pero se hacen bromas de ese estilo.
--Ah, entiendo ¿Cómo tú y yo en plan chicos?-pregunto tratando de encontrar un símil que pueda comprender.
--Sí, eso justamente-habla ella de nuevo, siendo interrumpida por el timbre de la casa.
--Bueno, ya voy yo-digo saliendo de la habitación.

Bueno, de momento no va mal la cosa, Harry no se comporta como un idiota, Zayn hace comentarios graciosos, Liam simplemente se calla y Niall me lanza miradas y sonrisas amables, pero ha dejado de tirarme los trastos. De momento no está mal el día.
Bajo las escaleras hasta llegar a la puerta de entrada, la cual abro, haciéndome quedar con la boca abierta sin poderme creer quién es la persona que se encuentra ante mis ojos después de tanto tiempo.

Capítulo 9. Niñatos.

Narra Martha.
Mi mundo se viene a bajo con tan solo esas dos palabras; "A España". Siento como todo, absolutamente todo mi increíble mundo se cae a pedazos, se desmorona, como un edificio en ruinas cayendo muy lentamente al haber reventado una bomba en su interior.

--¿Cómo?-pregunto en un hilo de voz.
--Tu hermana ha acabado la universidad, hace mucho, y aquí no ganamos lo suficiente-habla mi madre con tranquilidad, recogiendo cosas como si no estuviera tirando por la borda toda su vida.
--Pero...no puedo irme ¿qué pasa conmigo? ¿no importa mi opinión?-pregunto molesta, tratando de no dejar que las lágrimas se escapen.
--Sí, pero entiéndelo cariño, nos tenemos que ir-dice mirándome con dulzura, una dulzura que me la trae bastante floja en estos momentos.
--Yo no me voy-digo muy segura-No puedo irme ¿y Ane? ¿Y Harry? ¿Qué pasa con ellos? No puedo irme así sin más, son mis amigos.
--Ya harás más amigos y encontrarás otro chico-dice como si estuviéramos hablando de una camiseta que se puede encontrar en cualquier tienda.
--¿Otro? No quiero a otro, le quiero a él-digo con dureza, notando como mi voz se quiebra por el nudo que siento en mi garganta.
--Pues lo siento pero es definitivo,nos vamos-dice sin más.

No lo soporto más y simplemente salgo de la casa dando un portazo, notando como ya no tiene sentido que aguante las lágrimas, notando como no tiene sentido ya nada más, porque me van a alejar de lo que más quiero en este mundo así sin más, sin preguntarme si estaba dispuesta a hacerlo, a poder... romper con él solo por irme a otro lugar tan lejano como España, a poder... vivir sin sus sonrisas con hoyuelos tan adorables y perfectas, sin sus ojos esmeralda que brillan con fuerza a todas horas como si desde dentro tuvieran una lámpara, como si tuvieran luz propia, sin sus escandalosos rizos, sin sus abrazos, sin sus besos, sin él...
Apenas voy mirando por donde voy, cosa que hace que me choque con alguien y que acto seguido comience a oír gritos.

--¡MARTHA!¿¡A QUE NO SABES QUÉ?!-me grita Ane, totalmente emocionada, con una sonrisa bobalicona y dando pequeños saltitos como una niña pequeña-¡MIS PADRES SE PIRAN! ¡ME DEJAN AQUÍ! ¡CON LA CASA! ¡VOY A VIVIR AQUÍ! ¡SOLA! Bueno tendré que buscar algún compañero de piso, sino será un poco difícil-añade por lo bajo pensando mejor lo que está diciendo- pero... ¡PODRÁS VENIR CUANDO QUIERAS! ¡HAREMOS FIESTAS Y...
--Me vuelvo a España-digo sin más, interrumpiendo su emocionado discurso.
--¿¡QUÉ?!-grita de nuevo con los ojos como platos.

Sus ojos castaños penetran en los míos con fijación, escrutando cada parte de mi cara, buscando que en alguna parte diga que es una broma, pero no lo es, pese a que yo desee que así sea.
Agacho la cabeza sabiendo que de nuevo me echaré a llorar como una estúpida, pero ¿cómo no hacerlo? ¿quién sería capaz de vivir a miles de kilómetros de la persona que amas, de tu novio, de Harry? ¿O de tu amiga, de tu hermana? Nadie, nadie podría hacer tal cosa, pero parece que a mis padres les da bastante igual que sea o no justo para mí.

--Es una broma, vale, vale, ya lo pillo-dice divertida-¡Por un momento me lo he tragado!-exclama antes de soltar una carcajada.
--No es una broma, me voy-respondo en voz baja.

Noto como ella pasa de estar en la cumbre de la felicidad a una total seriedad, ya que dejo de oír su risa, y eso me hace elevar la mirada para verla seria, seria como muy pocas veces la he visto en esta vida.

--¿Estás segura?-pregunta en ese tono que hasta asusta.
--Sí-respondo con voz estrangulada-Mis padres me lo acaban de decir...
--¿Y no podemos hacer nada?-pregunta con el ceño fruncido.
--Eso me temo...-digo en voz baja.

El silencio se crea en la calle, ni siquiera me parece oír el sonido de los coches o de alguna persona caminando a nuestro alrededor, yo no oigo nada, salvo un pequeño pitido en mis oídos por haber llorado. Mi cabeza me duele a más no poder por la misma razón, pero nada comparado con el dolor que siento al tener que dejarles aquí.
Veo como mi amiga piensa mirando hacia la nada, con sus cejas fruncidas casi tocándose y su labio inferior sobre el superior, cosa que hace cuando piensa muy detenidamente algo.

--¡YA LO TENGO!-grita de repente, haciendo que me sobresalte ante el grito repentino. Joder lo que le gusta gritar a esta chica-¡VAS A VIVIR CONMIGO!-exclama con esa emoción de nuevo, esos ojos brillantes de emoción, la sonrisa tonta y los saltitos.
--Ni de coña, no nos dejarán ni locas, no digas tonterías...-la reprocho molesta.
--¿Que no? Ya lo verás-dice sin apartar esa sonrisa de su cara.

Me coge de la muñeca y me arrastra a su casa, conmigo quejándome a sus espaldas, pero parece que la da igual, ya que sigue caminando sin hacer caso, pero sonriente y feliz. No sé qué estará tramando pero creo que me asusta.
Al llegar a su casa nos encontramos con que nuestras madres están hablando sentadas en el sofá, con tranquilidad pero expresión de tristeza, la cual se torna a algo de seriedad al vernos entrar.

--Ane...-dice en un suspiro la mía-Creo que ya lo sabes...

Mi -chiflada- amiga, suelta mi mano y corre hasta arrodillarse en el suelo frente a las madres, quienes la miran algo confusas antes de que ésta se ponga a hablar. Bueno... suplicar...

--Mamá por favor, déjala que se quede, viviremos juntas, no montaremos líos, seremos buenas, trabajaremos, por favor, déjala-pide soltando lagrimones de cocodrilo

No puedo evitar rodar los ojos ante tan cosa; no la gusta el teatro ni nada...

--¿Vivir juntas?-pregunta su madre confundida.
--¡ES QUE NI LOCA!-grita mi madre, como era de suponer, con aspecto realmente molesto solo por la propuesta.
--Por favor, por favor, te lo suplico-suplica Ane a los pies de mi madre.
--¿¡ESTÁIS BEBIDAS O ALGO?!

--Espera podemos hablarlo-dice la madre de Ane, Gemma, con tranquilidad y parece que dispuesta a negociarlo-Chicas iros un rato fuera para que veamos que hacemos-dice mirándonos por un momento indiferente, pero puedo ver una sonrisa asomar en su cara antes de que salgamos del salón.

Segundos después estamos en la calle de nuevo.

--Está hecho, te quedas-dice Ane muy segura, limpiándose sus lágrimas falsas y esbozando una sonrisa llena de victoria.
--¿Cómo lo sabes?-pregunto confundida.
--Lo sé-dice sin más, encogiéndose de hombros, antes de echar a andar- Bueno y ¿dónde has estado? No te he visto desde hace mucho y... ¿Quiero saber por qué llevas ropa de chico?-pregunta echando una ojeada a la ropa de Harry increíblemente enorme sobre mi cuerpo.
--Con Harry, se ha puesto malo-respondo divertida-Y no, no quieres saberlo-añado antes de soltar una risa baja, haciendo que ella ruede los ojos.

Oigo un pitido proveniente de mis pantalones, por lo que busco en los bolsillos de estos pantalones que me quedan tan grandes hasta dar con mi móvil y echarle un vistazo, encontrándome con un mensaje de mi mejor amigo Liam. Liam Payne.
Desde que Harry entró en X Factor, supe de la existencia de cuatro chicos más con los que había formado la banda; Niall Horan, un rubio teñido de ojos azules como el mismo cielo -aunque quizás no el de Londres, ya que éste se encuentra nublado mayormente- y sonrisa simpática, aparte de una risa contagiosa y un carácter muy divertido a todas horas. Louis Tomlinson; el mayor de ellos, aunque eso de mayor... estaría por ver, ya que realmente a veces pienso que tiene cinco años pero es enorme, sus ojos podrían confundirse con los de Niall a lo lejos, de no ser porque si te fijas bien, puedes ver que es un azul más oscuro y no tienen nada que ver con los del rubio. Zayn Malik; usualmente callado y tímido, particularmente alguien que no debe de juntarse con Louis demasiado tiempo porque son igual de trastos y quizás puedas acabar llevándote una de sus bromas sin darte cuenta, pero ellos son así, su piel es más morena que la del resto, su sonrisa brillante como mil soles, sus ojos penetrantes y de un misterioso color acaramelado y un pelo negro como el carbón. Por último Liam, apenas le he visto un par de veces -al igual que a los otros cuatro- pero sé que es realmente agradable y he hablado muchísimo por teléfono con él, simplemente hemos conectado y es un buen amigo, uno que realmente merece la pena conservar por años. Quizás el color de sus ojos no sea el más espectacular del mundo, pero prometo que con una sola sonrisa encandila a quien quiere, porque realmente su sonrisa es hermosa, al igual que la manera en la que entrecierra sus pequeños ojos al reír.
Los cuatro son realmente increíbles.

--Vamos a hacer una visita a Harry, ya que está malo ¿estás por allí? :)-dice el mensaje.

--Sí, voy para allá :3-respondo con rapidez

--Bien, ya estado llegando ;).

--¿Qué pasa?-pregunta Ane cuando guardo mi móvil de nuevo
--Vienen los chicos-respondo simplemente.

Puedo ver como ella trata de ocultarlo, pero sus ojos ruedan en señal de desaprobación y quizás hasta algo de asco.

--¿Qué ta pasa con ellos?-pregunto confundida por su gesto.
--Nada, nada-se apresura a decir, pero puedo notar como está cabreada.
--Dime-insisto.
--No me caen bien, es solo eso-dice como si tal cosa, haciendo que yo abra mis ojos sorprendida.
--¿Por qué? no los conoces-me apresuro a decir en defensa de esos increíbles chicos.
--Porque sí-dice más terca que una mula.

Resoplo mientras seguimos caminando en silencio, mientras yo pienso en por qué no les caerá bien. Nunca los ha visto, apenas los he visto yo, mucho menos ella que ni siquiera ve el programa -o al menos eso me dice- ¿entonces? ¿a qué viene ese odio tan estúpido por ellos?
Un ligero empujón hace que me tambalee, pero que Ane caiga al suelo, afortunadamente frenando con sus manos y no cayéndose de cara.

--¿¡PERO QUÉ HACES?! ¡MIRA POR DÓNDE VAS!-grita ella molesta.

Sea quién sea, acaba de firmar un pacto con la orca, porque como para hacer tirar a esta chica al suelo y mucho más cuando va cabreada, creo que hay que tener unas piernas muy ejercitadas para correr.
Me doy media vuelta para percatarme de que son Niall, Liam y Zayn. Éstos últimos ríen divertidos al ver a Ane en el suelo, mientras que Niall parece preocupado por la caída que supongo él ha provocado, y por lo tanto se dispone a ayudar a mi amiga.

--Hola chicos-les saludo con un abrazo.
--Lo siento no quería que te caye...-se trata de disculpar Niall, intentado coger de las manos a Ane para levantarla, pero ésta la corta.
--Yo me voy-dice pegando un salto-paso de los niñatos estos-añade mirando con demasiado asco a los tres chicos, sacudiéndose el pantalón.

Bajo la mirada sorprendida de los chicos, ella se marcha dando pisotones de enfado por la calle y juraría que murmurando algo cabreada. Está claro que esta chica es de lo que no hay... Tratar de esa manera al pobre Niall cuando él trataba de disculparse...

--¿Qué la pasa?-pregunta Zayn sorprendido.
--¿Por qué se va?-esta vez el que pregunta es el rubio, con tono asustado y yo diría que hasta triste.
--¿Niñatos?-añade Liam sonando realmente molesto por el adjetivo.
--No le caéis bien-respondo en un suspiro.
--¿Por qué?-pregunta Liam.
--No lo sé, no me lo ha dicho la verdad.
--Pero no nos conoce-habla Zayn extrañado.
--Lo sé, eso mismo la estaba diciendo yo.
--Eso no está bien-dice Niall caminando un par de pasos en la misma dirección en la que ella ha salido.
--¿A dónde vas?-pregunta Liam confundido al verlo marchar.
--¡A hablar con ella!-dice en voz algo alta, ya que no se detiene mientras le hablamos.

lunes, 4 de febrero de 2013

Capítulo 8. Volvemos.

Narra Martha.
--¿Nosotros...?-pregunto extrañada.
--¿Vosotros que sois?
--¿Qué somos?-pregunto totalmente perdida más perdida que un burro en un cacharrería.
--Sí, ¿sois pareja? ¿Sois novios? ¿un rollete tonto? ¿o amigos con derecho a roce? como decís vosotros.
--Pues...una pareja es algo como muy formal pero a la vez con más libertad, para mí él es mi novio, espero no ser más que un rollete para él-digo entristecida solo de pensarlo.
--No lo eres-responde segura con una gran sonrisa.
--¿Enserio?-pregunto extrañada.
--Conozco a mi hijo, si fueras un rollo no seguiríais juntos después de diez meses, créeme, él te quiere, se ha ido sin echar la siesta, me ha dicho que había quedado y se ha ido, no lo parece, pero le gusta mucho dormir, si por ti no ha dormido, es que eres importante para él.
--Me alegra mucho saberlo, yo también le quiero mucho.

Seguimos hablando mientras preparamos algo de comer, cuando acabamos subimos a la habitación. Entramos sin hacer mucho ruido ya está dormido como un tronco.

--Eres la primera chica que no se asusta de los ronquidos de mi hijo-me susurra Anne.

Reímos por lo bajo para no despertarlo de golpe.

--Pobrecito me da pena despertarlo-digo mirando como está de adorable acurrucado en la cama con algo más de ropa.
--Hay que hacerlo sino no le bajará la fiebre y será peor-dicho esto Anne se acerca a la cama y le da unos toquecitos en el brazo-Harry...Harry...despierta marmota.

Trata de despertarlo, pero él sigue dormido profundamente, con sus rizos revueltos sobre la almohada, lo que me parece adorable y tierno. Siempre me gustaron esos rizos de niño bueno.

--Espera que pruebo una cosa-digo mientras dejo la comida en la mesilla y me acerco-Harry levántate que tienes que comer-le digo en español.
--¿De qué nos va a servir eso?-pregunta Anne extrañada.

La hago señas con una mano diciéndola que espere, que ahora verá lo que puede hacer el español.

--Tres... Dos... Uno...-susurro.
--¿Qué me has dicho? sea lo que sea tú más-dice Harry levantándose de golpe. Anne y yo reímos.
--Me tienes que enseñar eso para que se despierte-dice ella riendo-venga Harry levanta.
--No quiero....-dice mientras se da media vuelta con intenciones de seguir durmiendo.
--Vamos Harry-digo dulce acariciándole la mejilla.

Él me gruñe como respuesta, siempre tan fino, ya ni me sorprende con palabras o un lenguaje humano.

--Acércate más-me pide él acurrucado bajo las sábanas.
--¿Te vas a levantar si lo hago?
--Sí.
--Está bien...

Me acerco más a él, apoyando mis rodillas en la cama y poniéndome prácticamente sobre él, aunque el "prácticamente" se esfuma cuando me besa y me coge por la cintura haciendo que me caiga sobre él del todo, sintiendo su pecho firme bajo mi cuerpo y sus labios acariciando los míos con dulzura y una sonrisa que se escapa de sus labios.

--Ahora duermes conmigo-dice mientras me abraza con los dos brazos y se acurruca junto a mí en la cama, como si fuera un peluche gigante.
--No, Harry vamos, tienes que comer algo-le reprocho
--¿Y si te como a ti?-dice divertido antes de comenzar a besarme el cuello.
--Styles párate, que sigue aquí tu madre-digo algo avergonzada porque su madre nos esté viendo de esta forma.
--Bueno, bueno, ya me voy, pero come algo Harry y tómate la pastilla-responde Anne al mirarnos de forma tan tierna.
--Vale ya voy-responde Harry.

Ese típico "ya voy" que puede referirse a que de verdad vas a hacer algo en ese momento, a que lo harás en unos minutos, en unas horas o que ni siquiera lo harás.

--Vale ya voy no ¡ahora!-le exige su madre.
--Está bien-dice algo enfadado mientras se sienta en la cama y muerde uno de los sándwiches que le hemos preparado.

Su madre le mira satisfecho y se levanta del borde de la cama en el que se había sentado, nos mira sonrientes y se va, dejándonos a solas.

--¿Tanto te cuesta hacer caso a tu madre?-pregunto con humor.
--Un poco-responde con la boca llena.
--Que cabezota que eres-digo sonriente mientras le acaricio el pelo, esos rizos suaves y sedosos que me pasaría la vida acariciando.

Suena mi móvil interrumpiendo el momento. Lo cojo rápido y veo que es mi madre la que llama. Miro extrañada la pantalla; mi madre no suele llamarme, amenos que sea para algo importante.

--¿Si?-digo respondiendo.
--Martha, hija, soy yo-dice con voz de estar haciendo algo, de estar atareada-necesito que vengas a casa, ahora, es importante-dice seria.
--¿Qué ocurre mamá?-pregunto preocupada, haciendo que Harry también me mire con preocupación.
--Tú solo ven-responde sin más
--Vale, voy para allá-respondo algo extrañada antes de colgar.
--¿Qué pasa?-dice Harry terminándose uno de los sándwiches.
--No lo sé, ahora vengo, tengo que ir a casa-respondo mientras me levanto de la cama-¿me dejas algo de ropa?
--Sí, claro, coge lo que quieras-dice divertido.

Me acerco hasta su armario y comienzo a buscar ropa que sea estrecha para él, ya que a mí sino me quedará demasiado grande. Cojo unos vaqueros que parecen estrechos y me los pongo, quedándome algo grandes, pero por lo menos voy vestida. Abrocho la camisa de cuadros que me ha dejado anteriormente Harry y me pongo mis deportivas, que están mojadas, pero si me pongo algo de calzado de Harry pareceré un payaso; sus pies son increíblemente grandes y los míos por el contrario bastante pequeños. Saco una sudadera suya y me la pongo encima. Amo usar sus sudaderas, su perfume me embriaga por completo. Desde que éramos simplemente amigos siempre me ha dejado sus sudaderas si hacía frío y sigue causando el mismo efecto en mí; me atonta ligeramente.

--Estás preciosa-dice con humor al verme con su ropa puesta.
--Qué gracioso eres-digo irónica pero con diversión-ahora vengo-digo cogiendo mi ropa mojada del suelo.
--Está bien-responde Harry poniéndome morritos para que le bese, lo cual hago encantada.
--Luego nos vemos-digo sonriente-te quiero.
--Yo a ti-dice adorable.

Beso sus labios de nuevo, de forma corta antes de salir de su habitación, dejándole comiendo algo. Espero que por lo menos se tome la pastilla y le baje la fiebre.
Bajo las escaleras que llevan a la planta baja, donde me encuentro a Anne.

--¿Te vas?-pregunta extrañada.
--Sí, al menos de momento, no sé si luego Harry querrá que venga otro rato-respondo divertida.
--Seguro que querrá-confirma ella con humor.

Me da un abrazo y salgo de su casa. Camino con las manos en los bolsillos de mi chaqueta, buena de la de Harry, mientras pienso en qué podrá ser lo que requiere que me vuelva a casa con tarda velocidad y urgencia, ¿le habrá pasado algo a alguien? espero que no, pero tampoco lo creo, sino mi madre me hubiera llamado llorando, pero tan solo estaba atareada. Algo pasa y me estoy empezando a preocupar de verdad.
Cuando llego a casa y abro la puerta de ésta caigo en que toda mi familia está recogiendo cosas, las está metiendo en cajas y la verdad es que apenas hay cosas fuera de ellas.

--¿Qué pasa aquí?-pregunto confundida aunque con algo de temor.
--Volvemos-responde mi padre recogiendo más cosas.
--¿A dónde?-pregunto asustada.
--A España.

Capítulo 7. No me importa si es por él.

Narra Martha.

Veo como su cara está completamente pálida del miedo. Se quita el abrigo y veo como se tira al lago sin importarle nada más que yo y salvarme, bueno salvarme, solo tengo frío, aunque tanto que apenas puedo moverme y reaccionar.

--Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento de verdad-me dice asustado mientras me coge y me pone contra su pecho, el cual está mucho más caliente que yo pese a estar en el mismo agua.

Me saca de allí en brazos, notando como todo el agua que ambos tenemos cae al suelo. Su cuerpo tiembla del frío, elevo la mirada para ver sus rizos empapados caer por su cara, la cual parece empalidecer por segundos. Sus labios, normalmente rosados y brillantes, pidiendo a gritos ser besados, ahora están morados por completo, lo que me hace sentir una horrible persona porque esté así solo por mí y aún así esté llevándome.
Aún temblando coge el abrigo que se había quitado para poder llegar hasta mí y me lo pone, moviendo mis brazos como una muñeca mal articulada, ya que del frío apenas puedo moverme correctamente.

--L-lo siento...-digo castañeteando los dientes.
--No-o...ha-ha sido...mi culpa-dice también temblando.

En brazos y moviéndose todo lo rápido que puede por las calles, veo a lo lejos su casa. Él parece haber cogido calor por la carrera y la adrenalina de todo lo que ha pasado. Me agarro a su camisa con los dedos agarrotados y sintiendo su pecho palpitante y cálido en mi oído, lo que hace que me tranquilice notablemente.

--Soy un estúpido, enserio, lo siento-se disculpa mientras abre la puerta de su casa como puede.
--No...no pasa nada-digo tiritando.

Sube las escaleras de dos en dos para llegar lo más rápido que puede, me lleva a su cuarto, en el que tantos días nos hemos pasado la tarde haciendo la nada. Me deja en su cama en su mullida y seca cama y me quita la ropa como puede, con algo de dureza, pero supongo porque no quiere que esté más tiempo con esta ropa helada. En otra situación me hubiera quejado y me hubiera opuesto a quedarme en ropa interior, pero mi cabeza va un poco lenta todavía. Él también se quita su ropa fría, dejándome ver su pálido y parcialmente tonificado cuerpo, que hace que preste más atención al momento como es de suponer. Se mete en la cama de un salto y me abraza abraza con fuerza, colocándome sobre él, sobre su perfecto cuerpo, sobre su cálido, pálido y perfecto torso.
No entiendo cómo puede estar caliente, coloco mi cabeza sobre su pecho, oyendo los latidos de su corazón, terriblemente acelerados.

--Relájate Harry, se te va a salir el corazón-digo susurrando aún entre tiritones.
--El susto que me has dado ha sido bueno-dice besándome en la cabeza-pensé que te perdía.
--No es tanto, solo es agua fría-digo sin más, abrazándome a él con fuerza, sintiendo como su calor pasa a mi cuerpo lentamente.
--Agua congelada Martha, te podría haber dado algo ahí mismo, no me vuelvas a hacer eso por favor-dice en forma de reprimenda.
--Has sido tú el que ha tropezado-le objeto con diversión.
--Y tú la que no has querido admitir que yo te quiero más.
--Yo más, calla y descansa.
--Tonto, yo más.
--¡Eh canijo! Dice mamá que baj...-dice una chica más mayor que yo entrando en la habitación.
--¡GEMMA!-dice Harry molesto tapándonos con las mantas hasta el cuello-¡SE LLAMA ANTES DE ENTRAR!
--Vale, vale, lo siento-dice la chica saliendo de la habitación-¡MAMÁ!¡TU PEQUEÑO SE HA HECHO MAYOR!-se oye a la chica, llamada Gemma, gritando fuera .
--Bien Gemma...bien así se hace-susurra Harry irónico y algo molesto.
--No sabía que tu hermana siguiera aquí, pensé que se había marchado ya de casa.
--No, sigue aquí dándome el tostón y mi madre vendrá en tres...dos...uno...-dice a modo de cuenta atrás.
--¿Se puede?-dice una voz femenina desde detrás de la puerta.
--Te lo dije-dice haciendo que riamos-¡No mamá, ahora no!-dice Harry elevando la voz.
--Bueno, bueno, tened cuidado.
--Que mal pensados que son todos-habla Harry don diversión.
--Un poco-respondo riendo.

Levanto la mirada y me encuentro con sus ojos verdes, sonriéndome, caigo en sus adorables mejillas, en las cuales se forman sus hoyuelos y que ahora tiene rojas, eso no es bueno, me siento a su altura, le pongo la mano en el cuello, está ardiendo, aunque mis manos están heladas por eso tanto contraste, pongo mi frente pegada a la suya para comprobarlo, pero no, no es por mis manos heladas, Harry está ardiendo, tiene fiebre y yo diría que demasiado.
Él se muerde el labio inferior con diversión y me besa.

--Harry, párate quieto-le ordeno.
--No-dice mientras sigue besándome.
--Enserio, para-respondo molesta.
--¿Por qué?-pregunta extrañado
--Estás malo-digo mientras me levanto-déjame una camisa o algo.
--¿Para qué?
--Para ir a por un termómetro, déjame una.

Se levanta de la cama, dejándome ver su espalda, aún no tonificada ni musculada por completo, pero perfecta aún así, con esos bóxers negros que se le pegan a ese culo tan perfecto que tiene, que está para...
¡Martha!-me grita mi conciencia-guarda la parte pervertida, por favor, no seas salida, y menos en esta situación en la que estáis.Él se mueve hasta el cajón de una cómoda que tiene en la parte opuesta de su cuarto y saca una camisa de cuadros rojos y negros que le he visto ponerse en numerosas ocasiones y que le queda malditamente bien.

--¿Te vale?-pregunta ofreciéndomela.
--Si, perfecto-digo mientras la cojo.

Me la pongo y la abotono por completo, me queda grande, mejor, me tapa hasta por debajo del culo, justo lo que necesitaba.

--Túmbate y descansa-le digo seria.
--Que no, no es necesario, estoy-comienza a decir pero le interrumpe un golpe de tos-estoy bien.
--Duerme y calla, ahora vengo-digo mientras salgo de la habitación antes de que pueda rechistarme nada.

Salgo de su cuarto cerrando la puerta despacio para no causar ningún ruido y me dispongo a bajar las escaleras de esta enorme casa.
Hace tanto tiempo que no hablo con Anne, Harry siempre fue mi mejor amigo, estuvimos juntos y alguna vez me he quedado a su casa a dormir, pero no es que haya hablado especialmente mucho con ella, espero que por lo menos se acuerde de mí, aunque el que me presente con estas pintas después de salir de la habitación de su hijo quizás la moleste un poco...

--Hola, ¿tú eres...? ¿Martha no? la chica que está con mi hijo, antes erais solo amigos ¿verdad?-dice amable esa mujer de ojos claros con una sonrisa tan brillante como la de Harry.
--Sí, soy yo-respondo tímida-podría dejarme...-intento pedirla un termómetro pero me interrumpe.
--Emm, sí están en mi habitación-dice mientras sigue cocinando.
--¿Están? ¿En la habitación?-pregunto confusa.
--Si no querías, ¿precauciones?-dice confusa haciendo que yo ría.
--No, no es eso, un termómetro, creo que Harry está malo-digo vergonzosa.
--Oh, claro-responde divertida-por aquí, ven.

Ella camina vuelta a las escaleras y yo tras ella, en un silencio algo molesto, que ella interrumpe.

--¿Está malo y vosotros...?-pregunta extrañada.
--No hemos hecho nada, señora-respondo vergonzosa
--¿Señora?-dice riendo-por favor no me llames así que me siento vieja, solo llámame Anne-dice sonriente.
--Está bien-digo correspondiendo a su sonrisa.

Nos metemos en el baño y rebusca entre un cajón en el que parecen estar las cosas de botiquín. Coge el termómetro y salimos del baño. Nos dirigimos al cuarto de Harry.

--Te he dicho que estoy bien-dice quejica él desde la cama.
--Calla ya, que estás ardiendo-digo replicando.
--Anda póntelo-dice Anne dándole el termómetro.
--Que estoy bien, de verdad-insiste cabezón como él solo.

Resoplo molesta por su cabezonería, cojo el termómetro, levanto el brazo de Harry y se lo pongo bajo el brazo.

--No te muevas que se cae-digo sentándome a su lado.
--¿Y cuánto lleváis juntos?-pregunta Anne sentándose también.
--Pues...-comienzo a decir-...desde Marzo.
--Sí, desde entonces-confirma Hazza sonriente.
--¿Y no me lo habías dicho?-dice su madre fingiendo enfado.

No nos da tiempo a responder nada, ya que pita el termómetro bajo el brazo de Harry, lo cojo rápido.

--39º, ni te muevas de la cama-le ordeno.
--Pero si yo...-intenta decir.
--Calla y duerme-decimos Anne y yo al unísono.
--Perfecto, ahora tengo dos madres-dice enfurruñado lo que hace que Anne y yo riamos.
--Solo nos preocupamos por ti-volvemos a hablar a la vez, por lo que reímos de nuevo.
--Tienes que tomarte algo para esa fiebre-dice Anne.
--Sí, voy a por un ibuprofeno-digo levantándome de la cama.
--Para eso tiene que comer algo antes, voy a prepararte algo-se ofrece su madre.
--Yo te ayudo-dice Harry destapándose.
--Tú quédate en la cama.
--Y ponte algo que vas a coger frío-le replica su madre, por lo que yo río al ver que todavía sigue en ropa interior.

Le doy un pequeño beso en los labios, ahora de un color de humanos, tan perfectos y exquisitos que cualquier dulce le envidiaría con ese perfecto sabor tan adictivo.

--Va a pegártelo-me advierte Anne.
--No me importa si es por él-digo sonriendo.

Anne y yo nos levantamos de la cama, dejando a Harry refunfuñando en la cama, pero nosotras no le hacemos caso. Bajamos las escaleras de nuevo hasta llegar a la cocina.

--Bueno...¿y vosotros...?-pregunta curiosa.

viernes, 1 de febrero de 2013

Capítulo 6. "Harry Styles es el más guapo"

Narra Martha.
Hace meses que no le veo, todavía no sé cuando volverá, pero no tengo mucho que hacer, ya que en lo que Harry ha estado por ahí yo he acabado el instituto. Fui al baile sola, sin pareja, Harry se había ido y no sabía con quién ir, varios me lo pidieron, algunos se desmayaron los pobres al pedírmelos, otros me lo preguntaron como si tal cosa, otros con cartas, canciones... , pero acabé yendo con Ane, ella también iba sola, también se lo pidieron varios pero a todos respondió con un rotundo "No" y la verdad los chicos que se lo pidieron no eran nada feos, ¿Qué tendrá contra los hombres? Es una pregunta que nunca he atrevido a preguntárselo, pero si no me lo quiere contar será por algo en especial, supongo...
No puedo sacarme a Harry de la cabeza, imposible. Me visto y bajo a dar una vuelta, voy por el parque, está nevado, muy bonito, ando tan tranquila cuando noto que alguien me coge agarrándome, doy un mordisco en la mano y una patada a esa persona que cualquiera diría que me quiere violar.

--¡Au! que recibimiento después de tanto sin vernos-dice divertido mi chico favorito en este mundo mientras acaricia la mano donde le he mordido.
--¡HARRY!-grito le abrazo con fuerza-pero... ¿cuándo? quiero decir...estabas y...ahora...tu-trato de decir alucinada, pero no me deja terminar por lo que simplemente me besa.
--Un "¿Qué tal?" "¿Cómo te encuentras?" o un "Te quiero" lo primero ¿no?-dice mientras me sonríe, esa sonrisa que me mata por completo, tan brillante, con esos hoyuelos adorables...
--Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero y así hasta el infinito-digo abrazándole con fuerza.
--Yo más.
--¡No! He dicho hasta el infinito, he ganado-digo como si fuera una niña pequeña.
--Es imposible, yo te quiero más-responde con una sonrisa triunfante.
--¡NO!
--¡SI!
--¡QUE NO!
--¡QUE SI!
--¡QUE NO!
--¿Ah no?
--No-digo cruzándome de brazos.
--Pues tiene solución-responde sonriente y me coge como un fardo patatas-de ahí no baja señorita hasta que admita que yo la quiero más.
--Bueno, no me importa aquí estoy bien.
--Yo tengo buenas vistas, me da igual.
--Deja de mirarme el culo cacho de cerdo-digo molesta.
--Pero si lo tengo en la cara y es precioso ¿cómo no voy a mirarlo?-dice riendo.
--Guarro.
--Retira eso.
--¡JAMÁS!-grito enfadada.

Él comienza a hacerme cosquillas en el estómago mientras seguimos caminando, por lo que trato de zafarme de sus brazos mientras le pido por favor que pare, porque la verdad tengo ya agujetas de tanta risa.

--Retíralo-dice divertido dejando de hacerme cosquillas.
--Mmm ¡no!-respondo con diversión, por lo que amenaza con más cosquillas-¡NO! ¡NO! ¡VALE! ¡LO RETIRO!
--Ahora di que soy el más guapo.
--Creído-amenaza con más cosquillas-vale, vale, eres el más guapo.
--¿Qué? Lo siento no te oigo-resoplo.
--HARRY STYLES ES EL MÁS GUAPO-digo prácticamente gritando.
--Y sexy.
--No pienso decir eso-digo muy segura.

Él sigue con las cosquillas, no puedo más me duele la tripa de reír, los mofletes, la garganta por el frío y el esfuerzo que estoy haciendo por reír, las piernas de patalear porque Harry me suelte, estoy molida por completo.
Vamos haciendo el tonto hasta que accidentalmente Harry tropieza, haciendo que vuele momentáneamente por los aires y caiga a un pequeño lago que hay con agua, pero con tanto frío que hace está prácticamente congelada.

--¡MARTHA!-grita Harry preocupado.

Capítulo 5. Giro inesperado.

Narra Martha.

--No puedo-me dice Harry nervioso.
--Sí, sí que puedes, lo sé, no estés nervioso, estate tranquilo, lo has hecho muchas veces.
--No, esta parte es en la que más nervios hay, seguro que me dicen que no-dice más nervioso imposible.
--Seguro que no es así, tranquilo-digo antes de besarle con ternura.

Entra por la puerta del plató, X Factor. Le convencí después de muchos esfuerzos.Van a decirle si pasa a "la casa de los jueces", y juro que no puedo ver la pantalla, no puedo verlo. Van saliendo las personas gritando de alegría pero él no. Pasa el tiempo, salen aún más persona, llorando, con cara de haberlo intentado todo, y entonces le veo. Escaneo su rostro tratando de saber lo que le han dicho, y veo una sonrisa de hoyuelos en su cara ¡Pasa! ¡Va a la casa! Sin dudarlo, corro hasta él y le abrazo con fuerza.

--Enhorabuena, lo sabía, sabía que ocurriría, te lo dij...-comienzo a decir, pero me corta.
--No he pasado-dice con una sonrisa rota.
--¿Qué?-pregunto sin poder creérmelo.
--Me han dicho que no-responde con la voz quebrada, mientras veo como algunas lágrimas asoman por sus verdes ojos.
--No pasa nada-digo abrazándole con fuerza-ya habrá más audiciones, no te preocupes.

Sobre mi hombro caen sus lágrimas de completo dolor. Es imposible, su voz es increíble, ¿Cómo han podido rechazarle? Acaban de romper por completo su sueño, después de tantos esfuerzos, y de tanto insistirle para que viniera, ¿por qué se me habrá ocurrido? no debería de haberle dicho que viniera, así ahora estaría completamente feliz y no roto...
Viene un chico al que he visto salir antes, no tan alto como Harry, pelo castaño, alborotado, ojos azules como un mar en calma. Cuando entró lo hacía nervioso, pero con una brillante sonrisa en su (no voy a mentir) preciosa cara.

--Styles...-dice sorbiendo-sabía que yo no pasaría...pero tú, pensé que llegarías muy, muy lejos.
--No digas eso Louis, tú también has estado fantástico-dice antes de abrazarse, parecen hermanos.
--Chicos-habla aparececiendo un tercero, este va dolido, pero no llora, fuerza sus increíbles ojos miel para no hacerlo-Simon nos llama, dice que volvamos al escenario.
--¿Nos?-pregunta confundido Harry.
--Sí, a ti, a Louis, al chico que ha vuelto después de dos años con el pelo a lo Justin Bieber, al irlandés rubito que se comió toda la comida el otro día y a mí.
--¿Enserio?-pregunta Harry sorprendido.
--¿Qué querrá?-dice el tal Louis.
--No lo sé, pero será mejor ir.

Harry me mira algo dudoso, pero yo tan solo asiento con la cabeza antes de dejar un beso en sus labios; un beso en el que puedo ver su temor y dolor, pero aún así algo de esperanza.
Ellos tres se miran algo dudosos y colocando un brazo sobre el hombro del otro en señal de apoyo aunque apenas se conozcan, se van por un pasillo, dejándome con la duda.
¿Qué ocurrirá? ¿Por qué no vendrá Ane conmigo? Ella siempre me calma cuando estoy así de nerviosa, pero nunca me acompaña aquí.


Narra Harry 
Louis, ese chico, le siento como a un hermano y no le conozco de nada, tampoco merecía irse, ni Zayn, el chico que nos ha dicho que fuéramos a ver a Simon, ni mucho menos Liam o Niall, sin embargo lo hecho hecho está, no hay vuelta atrás.
Subimos al escenario, estamos nosotros cinco y otras cuatro chicas al otro lado. Los jueces son breves y directos.

--No sois suficiente buenos como para pasar, pero demasiado buenos como para dejar marchar este talento, así que...pasáis a "la casa de los jueces"

Los nueve saltamos de alegría, gritamos y lloramos de emoción, no me lo creo, es imposible lo que dice ¡SEGUIMOS DENTRO!, aunque como grupo, los cinco chicos, todos estamos que no cabemos en nosotros de la alegría, nos abrazamos con fuerza y salimos. Nos tenemos que ir a la casa de mi padrastro en Chesire durante el programa espero que hasta el final 2 meses y medio más o menos si llegamos hasta el final. ¿Cómo se lo digo yo a Marta? Allí está, la veo, mordiéndose las uñas, nerviosa.

--Estás como un flan-digo divertido
--¿Qué pasa? ¿Qué quería Simon? ¿Por qué os han llamado? ¿Por qué no me respondes a ninguna pregunta? ¿Qué está pasando Harry?-dice de forma atropolleada sin hacer caso, por lo que la beso para que calle.
--Tranquila, no pasa nada relájate, ¿vale? pero... ¡ESTAMOS DENTRO!-grito entusiasmado.
--¡SÍ! ¡SÍ! ¡LO SABÍA! ¡ENHORABUENA! ¡TE LO MERECES!
--Nos-la corrijo con una sonrisa.
--¿Nos?
--¡ESTAMOS LOS CINCO COMO GRUPO!
--¡OH DIOS MIO!

Nos abrazamos con fuerza, como hacemos siempre, apoyándonos.

--Volveré pronto, te lo prometo-digo muy seguro antes de montar en el coche, dispuesto a separarme de ella, pese a que no sea por mucho tiempo, pero ella llora, yo lloro,vamos dos tontos estamos hechos.
--Te voy a echar de menos-murmura entristecida mientras me abraza con fuerza.
--Lo sé cielo, y yo a ti, pero volveré y estaremos juntos ¿vale?-digo antes de besar su frente con cuidado.
--Te quiero mucho-murmura desde mi pecho.
--Sabes que yo a ti también-respondo balanceándome despacio para calmarla.

Al final conseguimos despedirnos, no sin antes llorar un poco más y decir lo que nos queremos, pero finalmente me monto en la furgo, junto con el resto de los chicos, los cuales me miran con diversión.

--¿Qué?-pregunto extrañado.
--Que eres pura ternura-dice con diversión Zayn.
--Gracias, supongo-respondo divertido.
--Está bastante buena, ¿tiene hermanas...o amigas?-pregunta Louis interesado.
--Tiene una hermana, demasiado mayor para ti-digo chistoso-y tiene amigas, pero no te aconsejo intentar nada con su mejor amiga, ni lo intentes.
--¿Por qué?-pregunta dudoso Liam.
--Tiene un humor de perros, siempre, a todas horas, vive amargada y malhumorada-digo antes de echarme a reír.
--Entonces mejor ni nos acercamos-confirma Niall antes de soltar una carcajada a la que el resto le acompañamos.

Los siguientes meses son increíbles, jugamos y hacemos el tonto, claro que también ensayamos, nos lo pasamos muy bien, se me ha ocurrido el nombre "One Direction" para la banda a todos les ha parecido bien. Los chicos son como mis mejores amigos y Louis como mi hermano. Llevo mucho tiempo sin ver a Martha, la echo de menos, aunque prefiero que no venga a nuestra habitación está hecha un asco y no creo que la apetezca verme desnudo todo el rato, a los chicos no parece importarle, supongo que porque nos hemos acostumbrado a vivir juntos y es como si vieras a tu hermano.

Y después de tantas canciones ensayadas, tantas canciones cantadas yendo a Londres en un abrir y cerrar de ojos que apenas me da tiempo a ver a mi princesa, llegamos a la final. Los chicos y yo juntos, temblando de nervios, deseamos tanto ganar que prácticamente suponemos que vamos a ganar, seguro que ganamos. Pero lo que nosotros pensemos no es la realidad...

--En tercer lugar....One Direction

¿Qué? ¿Terceros? no, no puede ser. Miro al resto de los chicos, que están tan alucinados como yo, pero que simplemente entre todos nos abrazamos. Estamos orgullosos de nosotros mismos, de haber llegado tan lejos y de que ya tengamos tantas fans y directioners, como se hacen llamar, cosa que nos hace gracia, porque no nos creemos tan famosos, pero aún así, quedar terceros...nos rompe el alma...
Vamos dispuestos a salir sin demasiadas ganas del plató cuando viene una chica de maquillaje y nos informa de que Simon, nuestro mentor, o tío Simon, como dice Louis, nos llama.
Ante esa noticia nos miramos extrañados pero nos dirigimos a hablar con él a un despacho.

--Chicos... vuestro talento se puede ver a millas de distancia, habéis visto cuantos votos habéis tenido, lo lejos que habéis llegado, todas las fans que habéis conseguido... me parecería un derroche dejaros marchar así sin más, por lo que...os he conseguido un contrato discográfico.
--¡DIOS MIO!-gritamos.

Ahora las lágrimas son de alegría. ¡No puede ser! un contrato discográfico, nuestra vida cambiará, aunque ya ha cambiado bastante. Discos, giras, entrevistas, libros, hasta quién sabe, tal vez si tenemos mucha suerte podamos hacer una película o algo por el estilo, me gusta pensar a lo grande.
Esto también significa que llega Navidad, separarse de los chicos un tiempo, vacaciones, ver a la familia... y a ella...